Pequeñas cosas que hacen grandes diferencias
Con todo esto que ha pasado y está pasando, tal vez estemos enfrentando el cambio
definitivo en algunos hábitos y rutinas, no solo en lo que al cuidado y protección personal se
refiere, sino también en la forma de hacer las cosas, especialmente en el trabajo.
Por ejemplo, como celebré dentro mío que una de mis hijas finalmente haya accedido al
trabajo remoto, el home office. Algo bien pequeño, pero que en este momento termina
resultado trascendental, no solo en cuanto al cuidado personal, sino en la oportunidad de
experimentar un nuevo paradigma de rendimiento.
Ahora, eso sí, es necesariamente valioso que el nuevo medio ambiente laboral, este alineado
con los recursos necesarios para seguir haciendo las cosas, para mantener (y hasta
incrementar) tu productividad, y para asegurarnos la oportunidad de la conexión permanente
con el equipo. Será un excelente momento de autoreferenciarnos y autogerenciarnos hacia
una nueva dimensión de nuestra propia excelencia. Experimenta cosas nuevas, encuentra el
lugar físico en el que te sientas más cómodo, que tenga la luz adecuada, y por que no,
acompáñate con música si te gusta.
Mientras escribo esto, suena de fondo "Here come the sun", The Beatles... George Harrison
tenía razón... las sonrisas van volviendo a las caras, parece que han pasado años desde que
ha estado aquí. Aquí viene el sol, y yo dije, todo está bien.