Pero el amor es mas fuerte...
Esa frase, es parte de una canción que me encanta, de la banda de sonido de la película Tango Feroz. La traigo a referencia porque cuando la fuerza y la mente te abandonan, siempre podrás ver que el amor es mas fuerte. Te cuento...
El 21 de Septiembre de 2019 quedó destinado a ser uno de esos días inolvidables, especiales y únicos de mi vida. De visita en Oslo, Noruega, donde vive mi hija mayor, me anoté para correr los 10 kilómetros allí .. Mi otra hija que vive en Londres nos acompañó también esa tarde, lo que ya lo convertía en ese día maravilloso.
Cuando comencé a entrenar, la imagen que me motivaba a seguir un poco mas y un poco mas, era llegar a la meta de una carrera y que mis hijas me estuviesen esperando con la bandera argentina, y cruzar la meta estando ellas allí. La oportunidad había llegado. Allí estaba. Llegué a ese momento habiendo entrenado, pero no durante el mes previo por diferentes motivos. Cuando vi la topografía de la prueba, sorpresa!!! Los primeros 3 km y el último eran en subida! Yo siempre entrené en terreno plano, y al ver esos desniveles, debo confesar, me entró el miedo a no poder llegar. Aún así, estaba dispuesto a dar lo mejor, y a llegar a como diese lugar. Los primeros 6 km los corrí bien tranquilo. a partir de allí me sentí cansado, Primero me abandonó la fuerza... la sensación fue que no podía... Allí la mente empujo un poco mas, alentándome a que si se podía, pero también a recordarme el cansancio... Estaba en ese dilema, cuando paso por un trayecto, alrededor del kilómetro 7,5 y mis hijas estaban allí! Helado en mano, me estaban esperando para alentarme, y no solo eso, me acompañaron como una cuadra corriendo conmigo... de allí en adelante, fue puro corazón lo que me llevó a la meta. Siempre hay mas energía de la que imaginas, si permites que el corazón se haga presente. Te lo aseguro...