El valor de poner un límite de tiempo
Algo que he venido observando en muchas personas en general (y en mí en particular) es esa
tremenda capacidad de dejar todo para último momento. El hábito de procrastinar está más
arraigado de lo que me imaginaba en el momento que empecé a investigar sobre eso. Por el
camino he descubierto algunas razones por las cuales muchas personas entramos en esta
suerte de "juego", acostumbrados a manejar las cosas en forma acelerada sobre el final,
creyendo que manejamos las consecuencias, y muchas veces, minimizando o directamente
desconociendo los precios que pagamos por este comportamiento.
Hay muchas razones por las que se puede hacer presente este comportamiento, desde las
creencias que tenemos y arrastramos con nosotros, hasta los resabios de, quien sabe, algún
trastorno de déficit de atención que cargamos desde la infancia, u otros... Sea cual fuere el
motivo, la consecuencia en el tiempo acaba siendo desgastante para las personas.
Un pequeño ejercicio que puedes practicar, es tomar una sola cosa, solo una, que estés
dispuesto por necesidad o por motivación (o por urgencia, jajaja) para llevar a cabo, y darte un
deadline corto si el proyecto lo permite (tal vez medio día) y enfocar un tiempo 100% sobre
eso. Si es un proyecto mayor, subdivide y toma una parte como un compartimento estanco, y
actúa sobre eso. Te vas a asombrar de cuanta capacidad de realización tienes, y de cuanta
alegría puedes experimentar y cuanta energía puedes recuperar una vez que lo hayas
completado. Y como digo en mi libro, no te detengas, Anda y Hacelo!