Cuando los superhéroes viven a la vuelta de tu casa
Desde chico (y aun hoy, para ser sincero) sentí y siento una profunda admiración por Batman. La mayoría de los niños solemos idolatrar algún superhéroe, o varios de ellos, porque en alguna medida representan o identifican allí afuera los ideales de justicia y los valores con los cuales muchos de nosotros nos vemos reflejados. Por lo general (no me animo a decir siempre, aunque aquí podría caber) ganan! Son admirados, respetados, reconocidos, amados, idolatrados, temidos por los malos, y sobrepasan cualquier situación que se presente con recursos que solo ellos pueden desarrollar (referencia de esto: el baticinturón y todos los accesorios específicos que podías encontrar en el). Ya de adulto, hace un par de años, cumplí el sueño de poder conocer y sentarme en el auténtico Batimóvil que manejara Adam West, y que tiene mi querido Sergio Goldvarg en Weston, Miami.
Hay un solo tema con esto: finalmente, estos superhéroes son una ilusión. Las historietas, los comics, los libros, la televisión, el cine y la computación los dotaron de vida, le dieron una oportunidad de existir de verdad para nosotros, que elegimos creer en ello. Aun así, viven en nuestra admiración, nuestros recuerdos y nuestro corazón.
Durante estos días de cuarentena, pasó algo realmente extraordinario. Nos encontramos con que los superhéroes existen! Y están a la vuelta de tu casa, y los cruzas en las calles, y pasan por la puerta de tu casa todos los días casi a la misma hora... solo que no andan enmascarados (bueno, muchos si por otras razones que no tienen que ver con permanecer en el anonimato). Hoy nuestros superhéroes son médicos, enfermeros, personal de a salud, recolectores de residuos, policías, repartidores de delivery, conductores de camiones, colectivos y trenes, empleados de farmacias y supermercados, y tantos otros que, mientras la gran mayoría estamos en casa, ellos están afuera exponiéndose por nosotros. Que lindo es saber que te podes ir a dormir tranquilo, porque allí afuera alguien está eligiendo hacer su parte por sí mismo y por los demás, para que, justamente los demás podamos estar tranquilos. Cuando todo pase, no los olvidemos. Los superhéroes seguirán viviendo a la vuelta de tu casa. Y que lindo será poder abrazarlos y decirles: Gracias! Desde chico que te admiro!